Tres motos, tres estilos (parte 1)

Hace unas semanas tuve la oportunidad de probar tres motos distintas en tres días. No, no tengo la suerte de ser probador de ninguna marca, pero gracias a una equivocación de BMW Brussels cuando lleve mi moto a la revisión, que me hizo tener que dejarla un día más de lo previsto, fue posible.

Para los BMW haters, os aviso que las tres motos eran BMW y ninguna era GS, en ninguna de sus variantes ?

La «prueba» fue básicamente recorrer los 25km.que separan mi casa de mi trabajo, ida y vuelta.  La carretera, lamentablemente era,  en un 80%autopista,  y el resto urbano o interurbano, no demasiado divertido. Pero vamos al lío:

BMW R 1200 RS

La primera la R1200Rs. Motor teóricamente parecido al de la mía, pero la versión moderna refrigerado por agua y con 125cv. (15 más que la RT). 

Lo primero que llama la atención antes de subirte es el sistema keyless, que te permite arrancar sin tener que meter la llave en el contacto. Llamadme clásico, pero no termina de convencerme. Funciona bien, no es un problema técnico, sino más bien de costumbre y de cierto apego a eso de girar la llave. También, eso de despreocuparse de la llave me lleva a pensar en la cantidad de veces que la voy a perder o a olvidar.

 La posición de conducción para mi era cómoda, las piernas bien situadas, a pesar de mi 1.87 y no demasiado deportiva. En marcha la pequeña cúpula protege más de lo que parece,pero aún así el viento se nota bastante. En general la protección aerodinámica es mucho mayor de lo que inicialmente habría pensado, incluso en las piernas.

Volviendo al motor y al funcionamiento del mismo, por desgracia ese lunes llovía en Bélgica así que no pude probarlo todo lo que quisiera. En general me gustó mucho, potente, progresivo, buenos bajos, parece que no deja de empujar nunca en todo el rango de revoluciones.

Las sensaciones conduciendola fueron buenas por todo excepto los frenos. Tanto que pregunte en el concesionario al devolverla si los frenos estaban bien porque daba la sensación de no frenar nada. Me dijeron que si, que tenían un tacto distinto, yo no acabé de acostumbrarme a él, no frenaba nada más de la mitad de la maneta y luego frenaba más fuerte al final. Al principio pensé que era por la lluvia, pero por la tarde estaba seco y la sensación era la misma. 

En cuanto a parte ciclo, el comportamiento en las pocas curvas que pude dar fue muy bueno. La moto se deja llevar, entra bien en las curvas y no se hunde la suspensión al apurar frenadas … Ahora que lo pienso, con lo mal que frena, quizás por eso no hunde… En fin.

En general la moto me gustó, sobre todo el motor y la posición de conducción, no me gustaron nada los frenos ni la posición de los espejos. Éstos sobresalen mucho de la cúpula y están a la altura exacta de los espejos de los coches (lo que a la hora de usar la moto en ciudad y en atascos es una desventaja).

Las conclusiones… En el último post 😉

La próxima… la F800 GT.