Hoy era un día de moto, de mucha moto, de puertos arriba y abajo, de curva tras curva y no decepcionó.

Salimos a eso de las 10:30 del hotel, hoy no vamos cargados ya que dormimos de nuevo en el mismo hotel en Bolzano.

Me costó un poco hacer la ruta, ya que tuve que descartar muchos sitios recomendados porque no había tiempo material para hacerlo todo. Así que la ruta de hoy ha sido un ida y vuelta por el mismo camino, sin autopistas, todo puertos de montaña. Y que puertos de montaña!!!

Salimos de Bolzano dirección Canazei, no sin antes comernos el correspondiente atasco (que esquivamos siguiendo la fila de motos que iba entre los carriles). De nuevo sinuosas carreteras que circulan por la falda de la montaña, con bastante tráfico y motos, muchas motos. Hasta que nos desviamos y comenzamos a subir, «tornante» tras tornante o, lo que viene siendo curvas de 180° en subida, ganamos altitud a marchas forzadas en muy pocos kilómetros. Al principio nos encontramos con varias obras, dos de ellas con semáforo que regula el paso y que nos hace esperar bajo el sol abrasador hasta que se pone en verde.

Pero a medida que ascendemos la temperatura baja, cosa que agradecemos. Y seguimos subiendo, curva va y curva viene, adelantando algún coche lento y a muchos ciclistas que se retuercen en la bici por las fuertes rampas.

Entramos en un túnel, de esos en los que el lateral son columnas que permiten seguir viendo el paisaje, que nos lleva a un túnel cerrado, corto. Y al salir de él nos encontramos con el lago di Fedaia, congelado aún. Pasamos por lo que parece una presa, que es la que crea el lago en si y aparcamos al otro lado, en un bar claro. Las vistas del lago y de las montañas son, una vez, indescriptibles.

Nos tomamos un refrigerio a la sombra y disfrutamos de las vistas y del lugar en el que estamos. Que lujazo!

Seguimos camino, bajamos ahora, grandes pendientes y, de nuevo, tornantes a un lado y otro. Me alegro de no llevar todo el peso del equipaje en la moto, ya que a veces tengo que esforzarme para sujetar los frenos y girar en las curvas. En muy pocos kilómetros estamos de nuevo a más de 25° pasando calor.

Seguimos serpenteando por las carreteras italianas. Cuando parece que ya hemos llegado abajo, aún hay más bajada. Cómo cambia la temperatura! 30° marca el reloj de la moto.

Llegamos a un pueblo, lo atravesamos y volvemos a empezar a subir, misma historia, tornantes y más tornantes combinadas con curvas enlazadas y buen piso. De fondo, a los lados, abajo, las montañas nevadas, las cascadas de agua, los bosques…

Nos cruzamos muchas motos, cientos, de todo tipo y color, es una zona especialmente buena para ello.

Nos detenemos en lo alto del paso Falzarego con la intención de comer, pero solo hay una especie de tienda donde venden bocadillos, así que nos agenciamos un par y nos sentamos en la terraza. Aparte de las moscas que abarrotan la entrada, lo siguiente en número que vemos, son motos pasar. Es un continuo ir y venir.

La nieve alrededor y la temperatura bastante alta generan una sensación extraña, aquí estamos en manga corta rodeados de nieve.

Hay un teleférico que sube al alto de una de las cumbres, da vértigo solo ver el desnivel que sube la cabina, no me quiero ni imaginar desde dentro.

De nuevo a la carretera y unos metros más abajo había un restaurante, de haberlo sabido…

Bajamos de nuevo curva tras curva hasta llegar a Cortina d’Ampezzo donde acaba nuestra ruta y tenemos que dar la vuelta. Volvemos a los 30° así que no nos detenemos mucho , repostamos y volvemos por el camino ya recorrido.

Pendientes de infarto, subidas, bajadas, descenso de temperaturas, las dos horas siguientes vuelven a ser un disfrutar continuo de la zona, la carretera y la naturaleza que tenemos ante nosotros.

Llegamos por fin al hotel de vuelta en Bolzano. El calor aprieta así que nos ponemos el bañador y a la piscina del hotel, que por una vez hemos acertado y nos viene de perlas.

Cena rápida en un restaurante cercano y al hotel de nuevo a descansar para mañana, Trento y Treviso nos esperan.

Categories:

Tags:

No responses yet

Deja un comentario