Una semana de vacaciones calma el ánimo, más si te vas a España y disfrutas de la comida asturiana y gallega… quizás demasiado.
Pero todo lo bueno se acaba y hay que volver al tajo, asi que a eso de las ocho y cuarto de la mañana bajo al garaje y vuelvo a arrancar la moto después de nueve días. La unica parte buena de madrugar: volver a conducir la moto.
Aún es Agosto y se nota que no hay apenas tráfico, no hay colegio, no hay padres con sus grandes coches atravesados en la calle. Lo que sí tenemos son obras, calles cortadas y excavadoras atravesadas, pero se esquivan rápido y enseguida me incorporo a la autopista y salgo de la ciudad.
Unos kilómetros después, cojo la salida que me toca y me encuentro atasco. Me filtro entre el tráfico mañanero hasta el inicio de la cola y me incorporo. Al coche que ahora esta detras de mí, no le gusta la maniobra, se siente frustrado y me empieza a pitar y dar las luces.
Entonces recuerdo algo que en su día me contó un amigo, que llevaba siempre una nariz de payaso en el coche, a mano y que cuando alguien le increpaba se la ponia, sonreia y le deseaba un buen día. No todo el mundo se lo tomaba bien, por supuesto, pero una parte de la gente simplemente se reía y liberaba esa tension acumulada.
Obviamente no me puedo poner una nariz de payaso a traves del casco, así que levanto mi mano izquierda con mi pulgar hacia arriba y saludo enérgicamente diciendo adiós a mi enojado compañero de ruta.
Mientras pongo el intermitente y me salgo del atascado carril de entrada/salida, veo sus luces y escucho su bocina de nuevo, pero esta vez, suena a alegría y buen humor… o quizas es solo en mi cabeza, pero, a quién le importa?
Durante los próximos kilómetros sonrió dentro del casco, seguramente a mi nuevo amigo no le ha hecho gracia, pero a mi me ha alegrado la mañana. En lugar de alimentar la frustración y la mala leche, tomarse las cosas con humor, muchas veces con gestos sencillos, es lo mejor que podemos hacer para empezar bien la semana.
Feliz semana a todos!!
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