Aprovechamos la fiesta belga del 21 de julio y preparamos la maleta. El destino: La Haya en Holanda. Una de las cosas buenas de vivir en el centro de Europa es que en un radio de una hora y media de viaje, tienes multitud de ciudades y zonas distintas que visitar.

Pero vamos al viaje, con el hotel reservado en el centro de la ciudad, salimos rumbo al pais vecino. A pesar de salir en moto y de que la ruta, intentaba evitar autopistas, no es facil escaparse de las rectas en el centro del continente, asi que nos centramos mas en disfrutar del paisaje que en buscar curvas.

Calor y humedad, dado que cada vez estabamos más  cerca del mar, hasta el punto de pasar por debajo de él por un túnel. Túnel que era de peaje y que parecia la unica manera de poder comenzar nuestra ruta por la costa más occidental  de Holanda. Curiosa y lógicamente las motos pagamos la mitad que los coches (2,5€).

Despues de unos cuantos kilómetros de rectas y alguna obra que nos desviaba de nuestro destino, al fin pasamos por los puentes y playas que estabamos buscando (aquí un vídeo). Bonito paisaje desde la carretera que pasa a ratos por encima del mar y bordeando la costa.

Volvemos tierra a dentro para completar nuestro último tramo, rodeando Roterdam y llegando a la Haya pasadas las tres de la tarde.

Checking en el hotel, maletas a la habitación y moto al Parking. Un poco caro, 30 € al día, pero viendo la zona, seguro que compensa.

Ropa corta, por fin!! Y a dar un paseo a ver donde estamos. Un pequeño paseo hacia el centro y ya tenemos claro que la locura de las bicis va a darnos más de un dolor de cabeza.

Son las seis de la tarde y ya tenemos hambre, desde las 12 de la mañana que comimos en un KFC que encontramos cuando estábamos famélicos en mitad de la ruta. Nos sentamos en un restaurante, en la terraza, en una zona relativamente tranquila y pedimos comida y cañita. En ese momento nos dimos cuenta de lo divertido que es observar el tráfico de bicis y scooters por la calle. Si hay algo característico del centro de Europa es la cantidad de gente de todo tipo que te encuentras y como, la mayoría se adapta a las costumbres locales. Lo que aquí quiere decir, usar la bici como medio de transporte.

Pasaron los minutos y casi las horas y el estrés y las prisas volaron, mientras disfrutábamos del peculiar lugar y, por qué no decirlo, del particular ir y venir continúo de gente, bicis, motos y tranvias.

De vuelta al hotel, planificar día siguiente, copita en el bar del mismo y a dormir que mañana se preveía día largo.

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