El hotel Terminus se encuentra en la parte baja de la montaña. Es un hotel principalmente invernal, de hecho ahora estamos en temporada baja. Desde él se pueden ver las, todavía nevadas, montañas en las que nos vamos a meter hoy.
El establecimiento parece relativamente nuevo o, al menos, reformado recientemente. Mucha madera en paredes y suelos, cuelga esquís calefactados, ausencia de aire acondicionado, son solo algunos detalles que nos muestran que el verano no es el momento álgido de esta zona. Es el sitio ideal para esos días de invierno con temperaturas bajo cero, en los que tú te quedas embobado mirando por la ventana al calor de una estufa, o mejor, de una chimenea.
Pero toca dejar el hotel y salir de ruta. Ayer decía en el post que hoy nos esperaba el Stelvio… Pues ese fue el primero de varios reveses del día. Nada dramático, pero no sé podía subir al Stelvio. Al parecer los últimos temporales de nieve han retrasado la apertura de muchos de los pasos de montaña debido al riesgo de avalanchas.
Así que pasamos una mañana divertida esquivando puertos cerrados o, incluso probando hasta donde nos dejaban llegar.
Carreteras de montaña que subían en muy pocos kilómetros un porrón de metros, para llegar a un punto en la carretera que estaba cortada. Así fue como descubrimos la carretera hasta Davos, que inicialmente no estaba en la ruta, pero debido a los desvíos apareció. Curva tras curva, con buen asfalto y con no mucho trafico.
Y por ella llegamos hasta aquí
No sé podía continuar más arriba por donde nuestra ruta seguía, así que tuvimos que deshacer el camino andado, por suerte la carretera era muy divertida.
Después de consultar Maps, Waze y todo lo que se nos ocurrió teníamos dos opciones: hacer un recorrido dease más de tres horas para rodear las montañas y cruzar al otro lado; o coger un tren en el túnel de Vereina, pagar 31 euros y en 20 minutos estar al otro lado.
Escogimos la segunda, por suerte fue un poco más barata, 21 euros.
Es un tren que solo lleva coches y motos, las motos vamos en un vagón cerrado al final del tren. Nos meten con dos alemanes que llevan una naked y lo que parece una Fazer. Les hablamos en inglés, pero nos miran con cara de «que le pasa a este tío en la boca» y desistimos. El tren se mueve y tooodo se mueve, así que nos quedamos sujetando las motos que ni siquiera han sido amarradas … No hay con que!
Después de unos 20 minutos de traqueteo y calor, mucho calor, por fin llegamos. Salimos atravesando todo el tren sobre los vagones donde antes iban los coches, muy raro!
Continuamos ruta, nos encantan las carreteras, los paisajes, es difícil de explicar, tenéis que verlo, impresiona.
Paramos a comer en el alto de uno de los pasos en un restaurante lleno de motos y rodeado de nieve.
Nos sentamos en la terraza porque, a pesar de la nieve, hace calor!
Con la tripa llena comenzamos la bajada.
Tratamos ahora de acercarnos a las otras subidas al Stelvio hasta donde se puede.
Tras una sucesión interminable de curvas de 180° con una gran pendiente llegamos al corte de carretera, unas fotos y arrancamos de vuelta. Unos moteros alemanes en una GS llegaron también, pero nos fue imposible mediar palabra… No hablaban inglés.
Vuelta hacia abajo y a unos 10 kms. cogemos la salida dirección Stelvio (el pueblo). El GPS nos la lía, subimos por una carretera mala, estrecha y muy pendiente con la promesa de ser un camino más divertido para llegar a Stelvio. Pero la carretera se acaba en una zona de gravilla y nos toca dar la vuelta. No sin antes admirar el valle desde una altura increíble.
Es hora de ir de camino a Bolzano, Al Hotel. Nos metemos en una carretera que no es mala, pero tiene mucho tráfico. Hace mucho calor, unos 30° y se suceden los atascos, el tráfico lento, los pueblos y los semáforos. La carretera va subiendo poco a poco por la ladera de la montaña, durante un rato seguimos a un grupo de 3 o 4 coches a los que nos cuesta seguir, se conocen la carretera seguro ;). Ya estamos en Italia y se nota la vena latina que fluye al conducir. Adelantamientos en raya continua, coches que se pican … Hay que aumentar la autodefensa al conducir 🙂
Llegamos por fin al hotel.. pero no lo encontramos. Buscamos en el móvil, no es aquí! Esta a 47 kms.!
Deshacemos el camino andado y llegamos, por fin al hotel… Estamos reventados, el calor, las paradas y las horas de moto hacen mella. Pero ha merecido la pena, que bonitos son los Alpes!
Mañana esperemos que el día sea más relajado, seguro que no va a ser más fresco :).
Ruta planeada:
Ruta seguida:
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