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Se cumple ahora más o menos un año que está pesadilla mundial comenzó y nos cambió la vida a todos. Un año en el que, lo que hemos sido muy afortunados, hemos estado encerrados en casa, trabajando desde nuestro salón y saliendo lo mínimo.
En este año hemos hecho muy pocos kilómetros y los que hemos hecho han sido más unas pocas horas para tratar de escapar durante ese rato de la realidad, que auténticas horas de disfrute.
Esta semana hemos salido de ruta por primera vez desde hace más de un año. De ruta de verdad, de la de pernoctar fuera varios días y rodar por carreteras de curvas con nuestra Estela.
Ayer fue el primero de esos días, salimos a eso de las dos del mediodía dirección Vielsam, en plenas Ardenas belgas.
Aunque solo es una semana llevamos la moto a tope, ya se nos había olvidado esto de optimizar el equipaje!
Atravesamos Lovaina y varios pueblos por carreteras nacionales que son una pesadilla. Semáforo tras semáforo, pueblo tras pueblo. Por suerte no hace calor, más bien todo lo contrario, y casi agradecemos las paradas para que no se nos enfríe el cuerpo.
Mientras circulamos en la moto, parece que se nos va olvidando lo que pasa a nuestro alrededor, sólo ver a la gente por la calle con la mascarilla puesta, nos recuerda de vez en cuando que la pesadilla no ha acabado.
Algo más de una hora después, por fin abandonamos los pueblos y las carreteras rectas y llanas plagadas de semáforos y pasamos a terreno más favorable.
Curvas! Por fin, el piso no es bueno, pero da igual, poquito a poco vamos cogiendo ritmo. Curva va curva viene. En las zonas sombrías la carretera está húmeda, hay que ir con un poco más de cuidado ahí pero por lo demás lo disfrutamos mucho.
Como decía al principio esta ruta es distinta, hemos alquilado una casa en un Center Parcs. Es algo muy típico en esta zona, son parques grandes que tienen casitas individuales, tipo bungalows y que, además tienen restaurantes, piscinas, centros de ocio, etc. incluidos en el precio. Es el lugar ideal para traerte niños y que los tengan entretenidos :). Para nosotros es una forma relativamente segura de viajar en tiempos de pandemia.
Como necesitamos provisiones, una vez hecho el check in e instalados en nuestra casita nos acercamos al supermercado a comprar viandas para pasar estos días.
La Estela vale para un roto y para un descosido 🙂
Ha sido un día relativamente largo, así que colocamos todas las cosas en su sitio en la casa, cenamos, nos vemos algo en la tele y preparamos la ruta de mañana.
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